Reverdece esperanzas a las familias de los secuestrados. El anuncio de seis liberaciones fue recibido con alboroto en Villavicencio.


                        

La esperanza de las familias de los secuestrados reverdeció la víspera cuando se conoció oficialmente el anuncio de la liberación de seis de los secuestrados por las FARC en Puerto Rico.

Los parientes de los retenidos por la guerrilla, celebraron con alborozo y pidieron que se haga efectivo antes determinar el año para tener alegría completa en el seno de sus hogares.

El anuncio lo dio a conocer Carlos Lozano, integrante del movimiento Colombianas y Colombianos por la Paz y director del semanario Voz.

"Ya existe compromiso de las FARC. Son seis los que van a liberar y creo que eso se podrá concretar hacia la segunda mitad del mes de enero", señaló Lozano. 
entre ellos se destaca el subintendente Jorge Trujillo Solarte que completa ya 12 años de cautiverio, la misma edad de su hija, Lorgia Sofía, a quien vio por última vez siendo una bebé de cuatro meses.


Las FARC se lo llevaron el 12 de julio de 1999, tras la toma de Puerto Rico (Meta), donde se encontraba en servicio.


En las pocas pruebas de supervivencia que ha recibido su familia, y en lo que han sabido por algunos de los militares y policías liberados que compartieron cautiverio con él, se ha establecido que sufre de cálculos renales y de una infección en la piel.

Lorgia Sofía, que vive con su mamá en Villavicencio, sólo sabe que hay unos señores malos que no dejan salir a su papá de donde lo tienen.
"Abuelita, si ves a mi papá, dile esto", relata su abuela doña Lida, al señalar que le manda recados a través de ella. La mamá de Trujillo aún habita en Gamarra.
Las últimas noticias de Jorge llegaron con Alan Jara. Cuando habló con doña Lida, el ex gobernador del Meta le dijo que "su hijo era un campeón". Ella pensó que un campeón en hacer ejercicio o en sus clases de inglés y ruso. Jara le dio la respuesta: "Un campeón en comer arroz. Se come todo el que le den".


Como ha sucedido en otros hogares de secuestrados, la distancia separó a Jorge de Gina Lorena Pineda, la mamá de su hija, quien rehizo su vida en Villavicencio. 

Al subintendente Jorge Trujillo Solarte lo recuerdan en su natal Gamarra (Cesar) como el hincha furibundo del Junior de Barranquilla y fanático de la música vallenata, especialmente de Rafael Orozco del Binomio de Oro, aunque su voz no le ayude mucho a la hora de cantar sus temas favoritos, cuenta su madre, doña Lida Solarte.


El sargento segundo José Libardo Forero Carrero fue secuestrado el 10 de Julio de 1999 en Puerto Rico (Meta).


Libardo Forero, entonces cabo de la Policía, había sido enviado de comisión a ese municipio durante seis meses y le faltaba menos de uno para volver a Villavicencio. Su esposa, Norma Trujillo, lo visitaba cada 20 días.


Su mamá, Ana Dolores Carrero, lo vio por última vez el día de la Madre.
"Llegó de sorpresa a Villavicencio diciendo que se había metido una escapadita de Puerto Rico, para venir a darme el abrazo y el beso de feliz día", contó hace tres años la señora Ana Dolores, quien recibió la noticia del secuestro de su hijo en la cafetería Veracruz de Villavicencio, donde trabajaba.


Ese 10 de julio, a las 5:30 de la mañana, la guerrilla de las Farc se tomó Puerto Lleras y Puerto Rico. Hubo cinco uniformados muertos y las Farc se llevaron a 28 policías.


De este grupo cinco uniformados siguen cautivos: Wilson Rojas Medina, Jorge Trujillo Solarte, Carlos José Duarte, Jorge Humberto Romero y él.

Su familia ha recibido cuatro pruebas de supervivivencia. La última, en agosto del 2003, fue un video en el que José Libardo habló muy poco, según recuerda Norma. 

Fue un escueto saludo a sus padres, su esposa y a sus hijos; Libardo, de 17 años (estudiante de ingeniería electrónica) y Paola, de 13. "Estaba desanimado y no tenía muchos deseos de hablar".


Durante la zona de distensión, en la que hubo intercambio de correspondencia entre le sargento Forero y su familia quedaron dos cuadernos de 100 hojas repletos de notas y dibujos. También decenas de cartas que Norma Trujillo guarda en una carpeta.


José Libardo estuvo reunido hasta hace cuatro años con varios de los liberados de la 'Operación Jaque'. 
Uno de ellos, el teniente Vianey Rodríguez, al que se llevaron en la toma de Mitú, le contó a Norma que Libardo se volvió muy creyente, era alegre, y hacía mucho ejercicio en cautiverio.


Una de las cosas que más ha marcado a Norma es que su esposo, en una carta, le escribió que es un nuevo José Libardo. "Una persona entregada a Dios, que me consulta pasajes y capítulos de la Biblia",


Jorge Humberto Romero es otro de los uniformados secuestrados que no conoce a su hija. Diana Lorena, de 23 años y sicóloga tampoco conoce personalmente a su papá.


El sargento Romero se divorció de su esposa desde antes de que Lorena naciera. Esa es quizás una de las cosas más difíciles que este policía ha experimentado en cautiverio.


Tal vez por eso llegaron tantas cartas para Lorena y su mamá, María Helena Acosta, entre febrero y marzo del 2001. En las únicas pruebas de supervivencia que tienen de él, Romero les dijo que le gustaría recuperar el tiempo perdido. 

Jorge Humberto Romero, quien nació el 28 de julio de 1962 en Pasto, ingresó a la Policía en 1987, estuvo en Bogotá, Medellín, Villavicencio y luego en Puerto Rico (Meta), de donde se lo llevaron, el 12 de Julio de 1999.


María Helena Acosta, su ex esposa, recuerda que trabajaba en la papelería Andina, de Pasto, cuando Fernando, un ex cuñado, llegó al negocio para avisarle sobre la toma.


Dos días después los noticieros pasaron el nombre de Jorge Humberto Romero en el listado de los secuestrados.


La mala noticia también le llegó a Patricia Enciso Medina, mamá de Vaney Catherine, la segunda hija del sargento Romero, hoy con 16 años.

Sobre su estado de salud saben que Romero tiene problemas de columna. Ni los liberados de Jaque ni Eduardo Gechem les dieron razón del posible estado del suboficial.


Todos esperan que estas personas queden en libertad.  (chalo)

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